
En una terminología sencilla, una carilla de porcelana es una lámina más o menos fina que cubre toda la cara frontal del diente, adhiriéndose a ella mediante una determinado tipo de cemento de resina (naturalmente no visible externamente). Al no requerir de una intervención muy complicada o dolorosa, y al presentar resultados excelentes (en duración y aspecto natural), la colocación de carillas de porcelana es una técnica reconstructiva muy demandada entre los tratamientos odontológicos estéticos, sobre todo en aquellos casos en que la reconstrucción de una sonrisa es más complicada. Muchos actores y actrices de cine, cantantes, famosos y otras personalidades, ya han mejorado – sin que se note – el diseño de su sonrisa mediante este tipo de carillas.
Históricamente, la colocación de carillas de porcelana era complicada puesto que no se disponía de materiales que garantizasen una adherencia suficiente y duradera a las piezas dentales. Sin embargo, la evolución de dichos materiales cerámicos y las técnicas que se emplean actualmente en su colocación (es posible adaptar perfectamente las carillas a distintas formas de caras dentales), hacen que una carilla de porcelana correctamente adherida a la cara de un diente no presente ningún problema remarcable.
Hay que hacer incidencia en que es recomendable – e incluso necesario – el haber solucionado cualquier problema de salud dental antes de solicitar al dentista la solución a un problema estético. Sin embargo, en todas las clínicas dentales serias, si se identifica cualquier problema a la hora de evaluar una posible colocación de carillas de porcelana, se le indica al paciente la necesidad de tratar dicho problema previamente. Por ello, tras el tratamiento, el paciente no sólo obtiene una nueva sonrisa bonita, sino que además – y lo que es más importante – su nueva sonrisa es además perfecta en términos de salud e higiene dental.
